Susana y Elvira hablaron en los Foros del Libro del
paso de las redes y pantallas al libro físico, y de cómo esta tendencia refleja
uno de los grandes cambios de la industria editorial en la actualidad.
Las dinámicas del público van rápido. De un día
para el otro, de repente, todos nos vimos enfrentados a casi siete canales para
transmitir lo que queríamos decir. Por uno es más corto, por el otro, más
instantáneo, por aquí se debe ser más directos, y así; por primera vez en la
historia, el contenido y el público se han tomado el poder para saber qué se
escribe.
La pregunta a continuación es: ¿Cómo no perder el
toque personal en lo que se escribe? ¿Cómo hacer que lo que se publica sea el
reflejo de la voz de ambas partes?
María Fernanda Moreno y Marcela Peláez, encargadas
de darles vida a Susana y Elvira por años, saben bien de la importancia de
hacer que este conjunto de narrativas transmedia sea útil para lo que han hecho
desde un inicio: representar la voz femenina y hablar abiertamente de eso que pocos
se atreven.
En el evento de los Foros del Libro llamado De las redes y pantallas al libro,
Marcela Peláez mencionó que “El autor se vale de su audiencia”. Las mediciones,
públicos y demás herramientas que existen en el mundo digital se traducen en
cambios importantes en el contenido. El vender y el saber cuánta gente lee lo
que se escribe, además de la presencia relevante de la opinión y la retribución
inmediata del público hacia el contenido marcan puntos cruciales en la toma de
decisiones sobre el camino que debe tomar un proyecto.
El debate ahora consiste en cómo adaptar el
contenido en todas las plataformas aprovechando las herramientas anteriormente
mencionadas sin perder la esencia y la identidad de lo que realmente se quiere
decir.
Lo importante, a fin de cuentas, es ser fiel a la
idea principal, a los objetivos fijados que reflejan los deseos que se tenían
al momento de concebir el contenido. La sintonización con los gustos y
opiniones de la audiencia que de una forma u otra están conectadas con lo que
se quiere decir, en el caso puntual de Susana y Elvira, así como la conexión
existente con su público han estado presente desde el primer momento, lo que ha
contribuido a que sea innecesario cambiar para satisfacer la cada vez más
crítica demanda del entorno lector.
Tener un editor proactivo, sumar valor agregado al
contenido, tener editores proactivos, además del valor de atreverse a salir de
los esquemas y huir de la zona de confort al escribir, son elementos que pueden
ser de utilidad al momento de escribir algo auténtico, acorde con los gustos e
intereses del público.
La invitación se basa en la evasión de los
extremos, en mantener una balanza entre el deseo de vender y la necesidad de
transmitir una idea auténtica en la que se respeten los deseos iniciales.
Por: Elizabeth Martínez y Daniela Cataño
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