¿Cuál es el futuro del libro? O más bien, ¿el libro
tiene futuro? En su charla Eppo van Nispen plantea qué sucederá en este mundo
cambiante con predominio de la tecnología.
Eppo van Nispen no le teme a hablar en
español. Este holandés, a quien en 2010 el gobierno de Holanda comisionó para
trabajar y enfocarse en el futuro de los medios y el mundo digital junto con universidades
y colegios, está convencido de la importancia del texto como herramienta para
cambiar el mundo.
En el evento El futuro del libro, que
se presentó en el auditorio del Pabellón de Holanda, Van Nispen sorprendió a
los asistentes con una charla amena y divertida en la que este fanático de la
tecnología mezcló imágenes y videos de diferentes cosas: “Es la primera vez que
vengo a Colombia. Estoy muy feliz de estar acá,” dijo al inicio de su
presentación, en un español a medias. “Mi español es de la escuela del bar,”
comentó y logró sacar la primera sonrisa en los asistentes.
Eppo comenzó su vida profesional como
periodista de radio, en donde tuvo que hacerse cargo de formatos digitales
interactivos. Esto le generó un interés grande por los medios y el futuro, que
lo llevó a enfocar sus conocimientos hacia desarrollos digitales y medios, y la
interacción de estos con las personas, en especial el futuro de la información,
especialmente en librerías y colegios.
“Cuando hablamos del futuro del libro,
hablamos del futuro de nosotros”. A partir de la pregunta, ya recurrente desde
hace varios años, sobre si los libros van a desaparecer, Eppo es tajante en
afirmar que “el libro es solo un contenedor. Lo importante es el texto”. Él es
consciente de la forma como ha cambiado el mundo gracias a las nuevas
tecnologías. Esto ha llevado a que “la vida ha cambiado con la información”, y
usó un ejemplo ilustrado con una imagen en donde muestra cómo, en solo quince
segundos a través de Twitter, todo el mundo ya conocía imágenes del tsunami de
Tohoku, en Japón, en 2011. La imagen muestra cómo la gente trinó desde Japón y
cómo al compartir estos trinos, el mundo entero conoció la tragedia.
Pero la entrada del mundo digital en la
literatura no ha sido fácil y, aunque sea difícil de creer, Van Nispen mostró
que los libros electrónicos en el mundo entero son solo el 1% del total. Esto
quiere decir que, todavía, el libro impreso sigue siendo una herramienta muy
usada, aunque la estadística dice que tan solo se lee el 26% de los libros
impresos. Es decir que las nuevas tecnologías y los nuevos medios han ido
desplazando de manera contundente a la lectura. “No sé qué hubiera pasado si yo
hubiese nacido en esta época. Cuando yo era niño, en mi casa había un televisor
y solo dos canales. Por la noche, antes de dormir, yo leía. Los libros eran mis
compañeros de aventuras. Pero creo que si yo hubiera nacido en esta época, muy
probablemente mi entretenimiento a la hora de acostarme sería un celular de
última generación, con juegos y aplicaciones”.
Pero lo que más le importa a este
hombre, quien con su discurso directo y energía supo ganarse al auditorio, es
el futuro de la palabra. “Muchos dicen: una imagen vale más que mil palabras. Y
muy probablemente hoy en día, con todas las aplicaciones que hay, sea cierto.
Una foto, un video o un vine sirven para comunicar de manera rápida y
directa hechos que antes requerían de la reflexión en una carta”.
Pero a la gente se le olvida que “una
sola palabra puede evocar… innumerables imágenes”, agrega. Y recuerda que en
este época virtual es, quizás, cuando más se escribe.
Por Nicolás Dávila
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