Stefan
Bendiks, urbanista holandés invitado para la Feria del Libro, habló con Enrique
Peñalosa a propósito de su libro Cicloinfraestructuras.
En el
marco de la FILBo 2016, que tiene a Holanda como país invitado de honor,
hablaron sobre infraestructura de rutas para bicicletas y seguridad, Enrique
Peñalosa, Alcalde Mayor de Bogotá, y Stefan Bendiks, urbanista holandés.
Movilidad en bicicletas y seguridad es
el nombre del conversatorio de este lunes en el Auditorio José Asunción Silva,
y en el que participaron, además: Hanneke Brouwer, jefe comisario de la policía de Holanda y experta en estrategias de seguridad
en bicicleta y líder de varios proyectos internacionales de cooperación
técnica; y el general Hoover Pinilla, Comandante de la Policía Metropolitana de
Bogotá.
Durante
la charla, Bendiks dejó claro que él no es experto en seguridad. Que su
preocupación está en el diseño de cicloinfraestructuras que sean amigables, no
solo para los biciusuarios, sino para los ciudadanos en general.
Sin
embargo, frente al tema de la seguridad, afirmó que este es uno de los aspectos
que se deben tener en cuenta a la hora
de pensar en ciclorrutas dentro de una ciudad.
“Los
ciclistas deben participar e informar sobre diferentes aspectos de las vías por
donde ellos circulan. Esto les permite a las autoridades saber el estado de las
mismas e interactuar para poder brindar seguridad no solo a nivel de
delincuencia sino a nivel de movilidad. Estos dos aspectos, la infraestructura
y la seguridad, deben ir acompañados de una atmósfera
de confianza. De esta manera el ciclista puede interactuar con los demás
usuarios de una manera armónica y llegar a entender que comparte un mismo
espacio con los conductores de vehículos, con otros ciclistas y con los
peatones. Todos somos usuarios de las vías y de la ciudad,” dijo Bendiks
durante una de sus intervenciones.
Mientras
los demás participantes estaban enfrascados en el tema de la seguridad y de
cómo combatirla, Bendiks brindaba una perspectiva más humana sobre la forma
como se debe entender el diseño de cicloinfraestructuras.
“En
la medida en que aprendemos a saber cómo se va a comportar el otro, también
aprendemos a tolerarlo. Es importante, además, que al diseñar los lugares para
los biciusuarios estos sean tenidos en cuenta. Esto obliga a tomar a los
ciclistas en serio, entendiendo que se pueden comportar como un ser humano
responsable,” añadió.
En
su última intervención, Bendiks habló sobre la forma en que la infraestructura
puede ayudar a mejorar el cumplimiento de las normas: “Hay que tener claro que
no se está diseñando un espacio de tráfico, sino un espacio donde los
ciudadanos van a interactuar. La importancia de las cicloestructuras es que son
más baratas de ahcer que una autopista. Además, el uso de la bicicleta no solo
hace más felices a los usuarios, sino más inteligentes,” concluyó.
Sobre cómo nació Cicloinfraestructura
Para
este urbanista holandés, la bicicleta hace parte de la vida cotidiana. Es por
eso que a la hora de diseñar las rutas, estas deben ser “claras y justas”.
Su
libro nació ante el vacío que encontró en la literatura frente al diseño de
rutas para bicicletas: “No había suficiente información sobre el tema. La
mayoría de los libros hablan sobre aspectos técnicos: qué tan anchos deben ser
los carriles, y todas esas cosas. No había libros que hablaran sobre
inspiración para diseñar cicloinfraestructuras.”
En
el libro se muestran diez ciudades diferentes y la forma cómo han asumido y
diseñado sus vías para bicicletas. Desde Lisboa, en donde, ante la falta de
espacio, se diseñó una ruta paralela al mar, hasta Wuppertal, un pueblo en
Alemania, en donde los ciudadanos, ante la falta de recursos públicos, recaudan
ellos mismos los fondos suficientes para construir la vía. Esto permite
entender que cada espacio es un contexto particular, y que los diseños deben
variar de acuerdo con el lugar y la forma como la gente se relaciona con él;
que lo que sirve en un lugar puede no servir en otro.
Es
por eso que él considera que las calles hay que dejarlas para los ingenieros y
que desde ahí hay que repensar el espacio público.
“Las
ciudades se deben diseñar para las personas, no para los buses y los carros,”
concluyó.
El
lanzamiento de este libro será el jueves 28 de abril a las 6:00 p.m. en el
Auditorio Ángela Guzmán de la Universidad Nacional de Colombia.
Por Nicolás Dávila
Material libre para uso de prensa
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