lunes, 2 de mayo de 2016

Una Feria de primerísimo nivel

La visita de dos premios Nobel y del ganador del Pulitzer 2015, entre más de 300 grandes autores de todo el mundo; el creativo pabellón de Holanda, el Reino de los Países Bajos; el Salón de Derechos de Autor y la Rueda de negocios editoriales; la apertura a nuevos fenómenos literarios y de comunicación, y más de 500 mil visitantes durante las dos semanas de Feria son algunos de los resultados de la FILBo Leer es Volar, que este año apostó por la calidad y la variedad.

Sandra Carreño, promotora de libros de un grupo editorial colombiano, sonríe como si fuera el primer día después de dos semanas de contacto directo con el público. ¿Cómo mantiene intacta la sonrisa? A ella le resulta sencillo, a juzgar por la respuesta: “En esta feria teníamos de todo para todos y la gente lo agradece. Yo me nutro de esa variedad”.
La diversidad marcó la FILBo 2016. Más de 150 mil títulos disponibles en 23 pabellones, durante los 14 días de la Feria, se complementaron con más de 300 autores nacionales y extranjeros de primerísimo nivel.
Un total de 1.240 eventos, con la presencia de 21 países a través de sus autores y stands, atrajeron a más de medio millón de personas a la Feria Internacional del Libro 2016, Leer es Volar, que este año contó con el patrocinio de la Alcaldía Mayor de Bogotá, lo cual permitió ampliar la presencia de la FILBo y de sus autores más allá del recinto de Corferias con actividades en librerías como Wilborada, La Madriguera del Conejo, Casa Tomada, Espantapájaros y Prólogo, así como en las bibliotecas públicas de la ciudad.
Uno de los mayores atractivos de esta Feria fue la presencia de Holanda, el Reino de los Países Bajos como país invitado de honor en el espacio de 3.000 metros cuadrados, que este año superó ampliamente sus expectativas de ventas en la librería de150 metros cuadrados, al superar los 7.000 ejemplares vendidos, los 900 títulos y las 200 actividades culturales en torno a la música, la movilidad, la arquitectura, la poesía, el diseño, la sostenibilidad, el urbanismo, la gastronomía y la literatura.
Además del movimiento directo entre Corferias, Cámara del Libro, el país invitado de honor, los expositores y las ventas directas en el recinto ferial, se realizó la Rueda de Negocios ProColombia, que dejó expectativas por US$9,5 millones, y en la que participaron 67 compradores de 17 países y que contó con la participación de 98 exportadores colombianos.

También, el Primer Salón de Derechos de la FILBo contó con la presencia de 67 mesas de vendedores de derechos de autorprocedentes de 9 países, incluyendo Colombia, y con 33 compradores de derechos, procedentes de Cuba, Argentina, Francia, Colombia, España, Brasil, México, República Checa, y Países Bajos que se reunieron durante tres días en Corferias para hacer negocios. El resultado será la traducción de obras colombianas en el exterior. Este año, con respecto al mismo tema, Colombia celebró la traducción al español de 36 obras de autores holandeses.

Con más de 10.000 empleos, entre directos e indirectos, generados por la FILBo, y la presencia de más de 260 editoriales –entre los más de 500 expositores presentes–  la feria también fue un referente académico al mantener una vez más un alto nivel en franjas de contenidos como los Foros del Libro, el Congreso Internacional de Ilustración y el Encuentro Internacional de Periodismo, que contaron con personalidades como el editor de Elena Ferrante, Sandro Ferri, el editor delNew York Review of Books Edwin Frank o la misma Nobel Svetlana Alexiévich.

La diversidad se hizo evidente en la FILBo muy especialmente al darles cabida a fenómenos de comunicación juveniles, manejados directamente por las grandes editoriales del mundo, como la publicación de las propuestas de los youtubers, pero también a fenómenos literarios juveniles como los de Elizabeth Eulberg, Leonardo Patrignani o los colombianos Carolina Andújar y Mario Mendoza, que abarrotaron de seguidores sus charlas y firmas de libros.

El fenómeno de lectura juvenil de sagas y de participación de los jóvenes en la FILBo se evidenció con su asistencia masiva la programación cultural de espacios como el pabellón juvenil Colsubsidio, de los espacios de Caricatura y Diseño de los pabellones 6 y 8, y de la presencia familiar en los pabellones infantiles y juveniles del Gran Salón y de la Fundación Rafael Pombo. La agenda de actividades para la familia contó con talleres, teatro, cine, música, lecturas, magia y acercamiento a la lectura.

La variedad de contenidos se mantuvo como en el caso de referentes conocidos como Libros para comer y ¡Que viva la música! Y la llegada de espacios como Leer los viajes y Mujeres: narrativas de la guerra a la paz. También se les rindieron homenajes a Cervantes y Shakespeare en los 400 años de su fallecimiento, a Roald Dahl y a Rafael Escalona en los 90 años de su natalicio.

Pero la franja estelar fueron las Conversaciones que le cambiarán la vida, que este año, basadas en el poema de la Nobel polaca Wisława Szymborska, se titularon A propósito de la paz: Fin y principio. Sobre este tema, Giuseppe Caputo, director de contenidos culturales de la FILBo, recuerda que “desde hace cinco años, la Feria Internacional del Libro de Bogotá viene preparando para su público una serie de charlas que desde el momento mismo en el que son pensadas, pretenden ofrecer a los asistentes una de las grandes posibilidades que contiene la lectura: la de tener un diálogo afectivo con el mundo, a veces tranquilo, a veces desafiante, que da pie para repensarnos y repensar nuestro lugar en él. No es gratuito, pues, que el nombre de estas charlas sea “Conversaciones que le cambiarán la vida”.

“Cuando el Gobierno y las Farc anunciaron de una manera tan concreta la firma de la paz, la FILBo decidió hablarle a esa posibilidad de un nuevo país. Para ello, pensamos que era necesario, primordial, incorporar nuevas voces a nuestra narrativa como país. Nuevas voces, todas las voces. Alejarnos, como diría Chimamanda Ngozi Adichie, “del peligro de la historia única”.

“No sólo ésta fue una feria que puso “temas de género” en el centro, como dijeron varios medios, sino temas de raza, clases sociales y sexualidades disidentes. Quisimos que la FILBo fuera un espacio plural, de inclusión y diversidad. Que de la feria no saliera una sola historia o una sola perspectiva sino muchas: todas las historias posibles, todas las perspectivas posibles. Y esto fue lo que ocurrió. Destacamos, en ese sentido, la participación de la Premio Nobel de Literatura Svetlana Alexiévich, la Premio Nobel de Paz Jody Williams, el premio Pulitzer de Novela Jeffrey Eugenides, gigantes de la literatura como César Aira, Nanette Blitz, Cees Nooteboom y Fernando Vallejo. Así mismo, resaltamos la participación del músico, documentalista y escritor Fermín Muguruza; autores importantes de la literatura hispanoamericana contemporánea como Marta Sanz, Sergio Chejfec, Mercedes Cebrián, Carlos Pardo, Abilio Estévez y Carolina Sanín; nuevos fenómenos editoriales del mundo como Justin Torres y Édouard Louis. Y por supuesto, grandes nombres de la literatura infantil como Ana María Machado, Marina Colasanti, Yolanda Reyes y Jutta Bauer, y de literatura juvenil como Leonardo Patrignani, Mario Mendoza, Carolina Andújar y Elizabeth Eulberg”.  

En resumen, hubo un momento para todos y para todo. Una feria tan variada y diversa como debe intentar ser la cultura actual. Un espacio que se abrió a la ciudad y al cual la gente respondió masivamente una vez más. Gracias siempre. Nos vemos en 2017 con Francia como país invitado de honor.

Viven los libros de Fernando Soto

El escritor boyacense, procedente de Socha, murió hoy en Bogotá, a la edad de 82 años. Sin embargo, los escritos de su pluma, que tocó por primera vez el papel cuando él contaba la primera década de su vida, aún le sobreviven.


Soto Aparicio se preocupó por los efectos de la racionalidad capitalista en el hombre, el aislamiento del individuo y el utilitarismo. Estos fueron los temas que trató en libros como “La rebelión de las ratas”, “Mientras llueve” y “Bitácora del agonizante”, su última publicación.
La obra de este autor se encuentra publicada en la editorial Panamericana, junto a sus libros infantiles, ligeramente menos conocidos, pero que dejan ver su interés por la educación. A continuación una lista de algunos los títulos ofrecidos, tanto en prosa como en poesía:
  • Bitácora del agonizante.
  • Taller para la enseñanza de la felicidad.
  • Lecturas para acompañar el amor.
  • ¡Yo tengo derechos y también… tengo deberes!
  • El duende de la guarda.
  • Cartilla para mejorar el mundo.
  • Camino que anda.
  • Solo el silencio grita.
  • La muerte de la doncella.
  • La cuerda loca.
  • La agonía de una flor.
  • La sed del agua.
  • Los bienaventurados.
  • Oración personal a Jesucristo.
La memoria de Fernando Soto vivirá siempre en sus libros. Honremos su memoria leyendo sus palabras, recitando sus poemas y aprendiendo de sus enseñanzas.


Guerra en tacones

Por: Verónica Zambrano

Crédito; Alirio Guiza

Con las voces de Patricia Lara, María Emma Wills y María Eugenia Vásquez, se les dio paso a las faldas, los tacones y el maquillaje en la guerra: “Hay que tratar de comprender qué le pasó a la mujer durante el conflicto”.


La guerra siempre ha tenido que ver con el género. Está atada a los comportamientos establecidos por la sociedad acerca de lo que debe hacer una mujer. “Cuando un hombre sale de su casa para pelear, es un héroe, un modelo a seguir para sus hijos e incluso es reconocido socialmente. Pero cuando una mujer decide salir a pelear se convierte en una abandonadora porque deja de ejercer sus oficios como ama de casa”, plantea María Eugenia Vásquez, ex combatiente guerrillera.
¿Cómplices?
Si bien las mujeres “no están hechas para la guerra”, como lo afirma Patricia Lara, periodista y autora del libro Las mujeres de la guerra, sí son parte fundamental en uno de los aspectos de la misma: la crianza y la educación de los hombres que forman parte de los conflictos. “Somos cómplices de la guerra cuando permitimos comportamientos machistas por parte de nuestros hijos o esposos”.  A pesar de que la guerra está en la mitad de la vida cotidiana,
Según un documento publicado por el Observatorio de Procesos de Desarme,
Desmovilización y Reintegración (ODDR) en los procesos con las Autodefensas (2003–2006), ellas representaron el 6% (1.911) de los desmovilizados. Entre el 2002 y septiembre del 2014, constituyeron el 19% (5.460) de quienes desertaron de organizaciones guerrilleras y autodefensas en modalidad individual. Durante ese mismo periodo, el 25% de los que individualmente renunciaron a organizaciones guerrilleras (863 casos) fueron mujeres. María Emma Wills, la única mujer de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas, asegura que ser testigo de las historias de las mujeres que fueron parte de la guerra significa comprometerse con la paz. Comprometerse con la memoria histórica del país: no solo de las historias trágicas, sino también de las historias con planes de vida y metas.
Hacer preguntas sobre género, sobre la mirada al entendimiento de la guerra desde una perspectiva femenina, abre la mente a lo que fue, es y puede llegar a hacer la mujer en puestos militantes. Es necesario entender las razones del por qué las armas dejaron de ser una expresión para buscar el camino hacia la democracia. ¨Tenemos que nutrir la memoria colectiva¨ aseguró Olga Behar, escritora de Las guerras de la paz, que habló de ciertos temas que generaron polémica y la forzaron a buscar exilio en otro país.
Contar la Guerra para no repetirla
¨Nosotras somos constructoras de paz y no todo en la guerra es horror. Hay amistades, hay vida en el conflicto y todas desarrollamos un instinto maternal¨, explicó María Eugenia Vásquez sobre su experiencia como militante. Por el contrario, la escritora Patricia Lara afirma que la maternidad y la guerra no son compatibles. Pese a los desacuerdos, esta es la importancia de reconstruir la memoria: contar la guerra para no repetirla.

Mirada francesa sobre realidades colombianas.

La Carpa Arcadia de Corferias, tuvo el honor de presentar a Jean Rouaud, escritor francés ganador del Premio Goncourt con la novela "Los campos del honor”, quien fue invitado a la FILBo para hablar sobre su obra. Terminada su presentación, fue el turno para Olivier Weber, otro exponente de la literatura y el periodismo francés, quien habló de su trabajo periodístico en la cobertura de más de veinte guerras alrededor del mundo.


El trasfondo de estas dos conversaciones se inclinó hacía los temas que son relevantes para escribir novelas o notas periodísticas en el candente panorama actual del mundo. A continuación, se resaltan diez comentarios clave, que salieron de las intervenciones de estos dos escritores franceses:
  • “Si se acaba la guerra, de qué se puede escribir”, Un cuestionamiento de Oliver Weber hacía el periodismo y la forma de cubrir la guerra.
  • “Es imposible escribir sin una historia que contar, porque el realismo es donde nacen las historias”, Rouaud      
  • “Tenemos el reto de cambiar ese chip de contar la guerra de la misma manera, no debemos olvidar el rostro de las víctimas”, Oliver Weber  
  • “No podemos olvidar la guerra porque algo nos deja, en ese sentido es bueno conocer la historia para construir memorias”, Rouaud.
  • “Primero que todo, debe haber justicia, una catarsis donde se represente el dolor de las víctimas, pero a su vez ese dolor pueda trascender y desaparecer, es aquí donde la literatura y el arte juega un papel importante”, Weber
  • “La muerte en la literatura es circunstancial, porque a través de la ella, uno le devuelve la vida personajes sólo contando sus historias”, Rouaud
  • “Sin importar si un país está en paz o no, es a través del arte, la cultura y la literatura donde nacen los nuevos medios para trasmitir nuevas ideas de cambio” Weber.
  • “No podemos hablar de la miseria sin conocerla, por eso es preciso realizar una investigación profunda y de conciencia”, Rouaud
  • “La palabra clave en medio de este mundo en caos es la esperanza, la resiliencia: conceptos que se deben priorizar en las diferentes representaciones del arte”,  Weber.
  • “todo pasa por la escritura y la lengua, estas dos concuerdan para crear nuevas formas de pensar y de esperar”

Ambos coinciden en que la ficción permite trascender realidades, dar una visión de lo que no se puede hablar tácitamente y así, acercar al público a realidades desconocidas. “Es muy importante luchar por la cultura, por la imagen”, con esta frase terminó su presentación Oliver Weber, periodista y escritor de Francia.

Cantando historias para crear memoria

Por: Juan Lesmes

Crédito: Viviana Bocanegra


El auditorio José Asunción Silva de Corferias fue el escenario en el que diversas agrupaciones musicales se presentaron en el concierto “Tocó cantar, travesía contra el olvido”, un trabajo musical realizado por el Centro de Memoria Histórica que cuenta, o mejor dicho, que canta historias sobre comunidades ignoradas y personas excluidas por la situación socio-política del país.
Acompañado de una guitarra, un bombo y un cuatro, el bogotano Andrés Zapata fue el primero en compartir su canción “Rio que canta”: una chacarera que cuenta las ilusiones de pueblos desplazados, víctimas del conflicto en zonas olvidadas del país, y al mismo tiempo, le hace honor a esa corriente de agua por donde navega vida e historia:
“…El río te canta, el río te llora
La sangre del río canta tu memoria
Hoy quiero volver a la tierra
Por mis ganas infinitas
Quiero volver a la siembra
Quiero volver a la escuela donde aprendí
Quiero ver a mi familia, juntita y feliz…”
Luego de la chacarera, el turno es para la música llanera: las maracas entonces fueron las protagonistas, pero no podía falta el cuatro, el arpa ni la bandola. Mientras estos instrumentos sonaban, Ricardo Cabaneiro, líder vocal de la agrupación, entró en escena para cantar: “Pa´ que violencia”, una composición inspirada en el hostigamiento que han sufrido amigos y vecinos a causa de la guerra en el país.  
“Ahora le cuento cuales son mis peticiones
Hoy me atreví a tomar la vocería
De mucha gente que quiere ver soluciones
Ya no más muerte por este conflicto armado
Que hoy lo tenemos casi en todas las regiones
Miles de viudas, huérfanos y madres tristes
Esto es lo que hace hablar nuestros corazones…”
  
En tercer lugar, llegó desde Cali el cantautor Jairo Ojeda, un hombre que se ha desempeñado desde hace treinta años en el mundo de la música para niños. Para este cautivador concierto, Ojeda ofreció su canción “Diez años cada domingo”, un tema que representa el dolor de los padres al ver a sus hijos partir en un camión hacia la guerra. 
Dos campesinos esperan bajo el alero del rancho,
Al bus que cada domingo viene por frutos del campo.
Ella, de pañolón negro, y él, con su poncho de blanco,
Ambos con canas de plata y una sonrisa en los labios.
Al hijo de sus amores se lo llevaron un día
Unos rudos militares dizque a pagar el servicio.
Diez años hace que esperan, diez años cada domingo.

La cuarta presentación fue a cargo de 47 Corp, una agrupación de hip hop que llegó con todo su “flow” desde la ciudad de Barranquilla. Sus letras nacen de la pasión por la música y el espíritu de lucha contra los sistemas opresores.
Las lágrimas son pocas para las miles de victimas
¿De qué sirve el subsidio si la ayuda es ínfima?
Huyó por los maltratos y no dejó ningún rastro
El niño empuñó el arma y mató a su padrastro
El barrio está cercado por fronteras invisibles
Buscamos el camino hacía un corazón sensible
Sé que es posible perdonar, dejar las armas,
Resistencia pacífica construye nuevas


Conciertos como el que tuvo lugar el pasado viernes en la FILBo, son una manera levantar la voz pacíficamente en contra de los actos violentos, que a través de los años han hecho derramar lágrimas de padres y sangre de inocentes a lo largo y ancho del país. 

¿Será la última página del libro de papel?

Por: Verónica Zambrano

El tren de la tecnología no espera por nadie y mientras el mundo es atropellado por vagones como los celulares, series online y video llamadas, solo el 1% de la población mundial decide leer a través de plataformas electrónicas.

¿Por qué un libro de papel?

En 2012, The Guardian publicó un artículo en el que la mitad de un grupo de jóvenes leía un libro a través del internet y la otra mitad lo leía en físico. Los resultados mostraron que los jóvenes que leyeron el libro físico disfrutaron más profundamente la lectura y recordaron más detalles, mientras que los que leyeron a través de internet no lograron una conexión emocional con el texto. Eppo Van Nispen, periodista holandés invitado a la FILBo 2016 y director de la Fundación Holandesa para la Promoción de las Letras, enlaza la falta de interés de los jóvenes por la lectura con la “seriedad” de los textos.

Leer un libro físico no solamente ayuda a la retención de información, sino también a estimular los sentidos. ¿Qué tan seguido escucha la frase “Me encanta el olor a libro nuevo”? Y aunque esto puede ser simbólico dependiendo del lector, la posibilidad de tocar las páginas, marcarlas y olerlas brinda un sentido de pertenencia y logra una mayor conexión con el texto. Van Nispen considera que esta conexión es gracias a la oxitocina que se produce al leer un texto que cautiva la mente.

¿Por qué un E-book?

“Hemos encontrado, para nuestra sorpresa, que unos de los mayores consumidores de libros digitales son los adultos mayores por una sencilla razón: pueden agrandar la letra”, afirmó Andrés Sarmiento, jefe de mercadeo de la editorial Alfaguara. Esta es una situación contraria a lo que se puede llegar a pensar, ya que los adultos mayores no están tan sumergidos en la era tecnológica, al menos en apariencia, como los más jóvenes.

Por otro lado, Fabiano dos Santos, subdirector de Lectura, Escritura y Bibliotecas, afirma que la lectura en internet de libros o artículos ya representa una práctica para el 32% de la población de 12 años en adelante. La ventaja de leer a través de una tableta, celular o computadora está relacionada con la numerosa cantidad de textos y libros que se puede tener en un mismo dispositivo, algo así como una biblioteca portátil.

El futuro del libro

Eppo Van Nispen, en medio de chistes, sonrisas y su fascinación por la amabilidad de los colombianos, afirmó que el libro podrá desaparecer pero lo que importa es el texto. La necesidad de conocer la historia, por qué pasan las cosas y hasta dónde se ha llegado en temas de avances tecnológicos es lo que define el contenido de lo que buscamos. No importa si es a través de una tableta, un libro físico, un celular o una computadora. Lo importante del libro no es su presentación, sino el texto, su esencia.  

“Soy el amo de mi destino: soy el capitán de mi alma”, citó Van Nispen, durante su charla numerosas veces. La cita pertenece a un poema de Ernest Henley, que recuerda el poder que tiene la gente para definir su destino. El futuro del libro no lo definen las plataformas: lo decide la gente que produce el contenido.


domingo, 1 de mayo de 2016

Los más vendidos de la FILBo

Las cajas menores están a punto de cerrarse en la FILBo. Desde ya se proyectan cuáles son esos títulos que supieron robarse la atención de los lectores y asistentes del evento. Literatura, nuevas generaciones y sorpresas por doquier: todo esto hace parte de los más vendidos de la FILBo.



Urano
Ciudades fabulosas, de McDonald
Método Integra, de Ricardo Eiriz. 

Intermedio
Afuera está la guerra, de Janny Van der Molen
El arte de vivir sin enfermedades, de Chamalú

FCE
Animalario Universal, del profesor Revillod
El capital en el Siglo XXI, Thomas Piketty 

Planeta
La melancolía de los feos, de Mario Mendoza
Youtuber School, de Sebastián Villalobos

Océano
Estimado señor M, de Herman Koch
La reina roja - de Victoria Aveyard

Penguin Random House
Chupa el perro, de Germán Garmendia
La guerra no tiene rostro de mujer, de Svetlana Alexiévich

Luna libros
 ¿A dónde van los días que pasan?, de Óscar Domínguez
Botellas de náufrago, del periodista Alberto Salcedo Ramos

Laguna libros
Caminos condenados, de Henry Díaz, Pablo Guerra, Camilo Aguirre y Diana Ojeda
Chapinero, de Andrés Ospina

Rey Naranjo
 Black It’s Beltza, de Fermín Munguruza
Instrumental, de James Rhodes

Apidama
¡Negras somos!, de Guiomar Cuesta y Alfredo Ocampo
La muñeca negra, de Mary Griego Romero

Editorial Cangrejo: 
Sueño grande, de Juan de Lascuraín
Viaje al centro de la tierra, de Julio Verne

Editorial Universidad de La Salle: 
Mujeres empresariales en Iberoamérica. Casos: España, México y Colombia, de Elber Berdugo Cotera y Jorge Gómez Gutiérrez.
Manual de investigación en Educación. Talleres de trabajo, de Patricia Judith Moreno Fernández.

Tragaluz
Manual para cazar una idea, de José Andrés Gómez
La deshumanización de Valter Hugo Mae

Educar
Los misterios del hotel de Rock Blanc, de Nora Arango D. y Erik Obregón.
Semanario del mudo, de Henry Delgado.

Taschen:
La fotografía del siglo XX, del Museum Ludwig de Colonia 
PlanetGeek
Year one Batman, de Frank Miller
75 años de Batman

Ícono
Cuando el cerebro envejece, de Lawrence Whalley
La composición de la sal, de Magela Baudoin

Gaviota
Los 15 milagros del amor - Spencer Hoffmann
Canción de cuna -  Barbara Wood

B ediciones
Allí – Leo Patrick

Ready player for one - Ernest Cline

“Nunca escribiría una novela histórica”

Herman Koch es un escritor holandés. Perdón, Herman Koch es uno de los escritores holandeses contemporáneos más importantes. Ya tiene tres novelas publicadas en español, y está en Bogotá invitado por la Embajada del Reino de los Países Bajos, con motivo de la FILBo 2016, en donde son el país invitado de honor.



De entrada, conocer a Koch resulta chocante. Un hombre tranquilo, que si usted, protocolario lector, se cruza en la calle y no ha visto nunca una foto, podría pasar por su lado y no saber que ese hombre, que usa jeans, tenis de tela y polo descolorido es uno de los escritores contemporáneos más leídos en el mundo.

Pero Koch viene a ser la imagen del escritor que uno siempre ha tenido. El hombre que siente que, para poder hablar de sí mismo, necesita escribir. Suena a lugar común. Y, muy probablemente, si se le pregunta, responderá con alguno de sus comentarios llenos de humor e ironía. Pero Koch es eso: un hombre lleno de curiosidad y de sensibilidad, introspectivo, que siente la carga del mundo y que ve en la ficción la manera de hablar y de mostrar una realidad cada vez más compleja, pero también cada vez más recurrente.

De pronto es esa la razón por la que dice que nunca escribiría una novela histórica. Para qué tratar de mirar el pasado, si constantemente nos estamos repitiendo. Y ese es uno de los miedos que Herman Koch tiene: caer en la trampa de repetirse, de encontrar un estilo y una voz que lo disparen en ventas y mantenerse ahí, porque eso es lo que sus lectores quieren leer.

Es por eso que, con cada novela, trata de reinventarse. Y es por eso que considera que el humor es a la literatura como la salsa a la comida. Y es por eso, también, que cree que los detalles son importantes dentro de la narración. Es a través de ellos que logra que el lector se enfrente a sí mismo, y se pregunte qué haría en caso de enfrentarse al hecho de que su hijo sea un criminal. ¿Podría o no, eventualmente, entregar a su propio hijo a la justicia?

Todo esto parte de la capacidad de “imaginarse situaciones que pueden ser posibles en la propia vida”, afirma.


Frente a la escritura, lo que aconseja este escritor es, ante todo, tratar de “mantener el motor en marcha. Hay que generar el hábito de escribir. Al principio, siempre creo que es importante escribir mucho. Acostumbrarse a escribir. AL cabo de un mes el escritor novato tendrá una buena cantidad de hojas de donde podrá sacar mucha sustancia. Incluso, si paso cinco días sin escribir, empiezo a sentir que me falta algo.”

Un encuentro terrestre con el Cosmos

Eventos de cine club para mirar las estrellas y libros sobre las constelaciones también atrajeron lectores y visitantes. Mirar el cielo puede encontrarnos con nosotros mismos.



Desde los indígenas de Las Américas pasando por los antiguos griegos, la observación del hombre hacia el cielo y las estrellas le ha permitido ampliar su imaginación en el intento de explicar la creación del mundo. De ahí surgen los mitos y leyendas, creadas por diferentes culturas miles de años atrás, que todavía hoy replicamos.

La fundación Rafael Pombo y el Planetario de Bogotá organizaron la Noche de Luna, evento que se llevó a cabo el viernes 29 de abril en el Pabellón Infantil de la Feria Internacional del Libro 2016 (Filbo 2016).

Este evento convocó a más de 50 familias que asistieron para disfrutar de un Cine Club, que la Fundación Rafael Pombo lleva realizando desde octubre del año pasado el tercer viernes de cada mes en sus instalaciones. Esta fue la primera versión del Cine Club que se realiza por fuera de la Casa Pombo y el tema central del evento fue el encuentro tanto de niños como de adultos con el universo.

Dentro de los cortometrajes que pudieron disfrutar los asistentes al evento se encuentra “Lullabies from around the world- Netherlands”, una animación hecha por Metronome Films, un grupo de rusos que creó un proyecto en busca de canciones de cuna alrededor del mundo para plasmarlas en audiovisuales animados.

También se contaron mitos y leyendas de diferentes grupos indígenas; y los niños cantaron, bailaron y vieron las estrellas gracias al apoyo del Planetario de Bogotá. Todo esto, con la intención de demostrar las maravillas de la naturaleza y su conexión con el hombre, como lo decía Pombo en sus cuentos: “Como es arriba, es abajo”.

Algo parecido hizo el escritor Manuel José Rincón, con su obra Cuentos y pasiones del cielo, que publica la editorial Panamericana, y que recopila la historia de las constelaciones desde la ficción, a través de cuentos trabajados en primera persona. Su obra, una de las más buscadas en la FILBo, ha generado una empatía profunda entre el cielo y los lectores en estas épocas de luz intensa, agite y cielos nublados.


Por: Estefanía Daza

Ellos escriben por ellas

Tres autores colombianos, Celso Román, Enrique Patiño y Antonio Flórez, firmaron su compromiso para apoyar la campaña global HeForShe, liderada por la actriz Emma Watson, dentro de las actividades de la ONU en la FILBo.



En cifras crudas, las mujeres representan más de la mitad de la humanidad. Son el motor que permite el desarrollo económico de las comunidades como cabezas de hogar y fueron ellas las que impulsaron la creación del lenguaje que dio vida a las palabras y por ende, a la escritura. A manera de un hermoso acto de compensación, tres escritores colombianos, el novelista Enrique Patiño, el poeta Antonio Flórez y el narrador Celso Román, fueron elegidos por  ONU Mujeres para impulsar la campaña HeForShe (ÉlPorElla), en compañía de la Lakshmi Puri, directora adjunta de ONU Mujeres en el Mundo, dentro del stand de Naciones Unidas dentro de la FILBo.

Los tres autores colombianos firmaron el manifiesto de participación y se comprometieron a seguir trabajando activamente desde su pasión literaria, pero también dentro de su activismo, en favor de las mujeres en Colombia. La campaña, no sobra recordar, ha sido liderada por la actriz Emma Watson. Durante el acto participó Belén Sanz, representante de ONU Mujeres en Colombia quien actualmente ejerce como coordinadora residente interina del Sistema de Naciones Unidas en Colombia.


Los Díaz-Granados, dos generaciones de escritores

Los Díaz-Granados, José Luis (padre) y Federico (hijo) presentan sus libros de y sobre poesía. Una muestra de las plumas costeña y caribe en la misma familia.



Federico Díaz-Granados es el director de la biblioteca del Colegio Gimnasio Moderno, hijo de José Luis Díaz-Granados, quien ha sido Premio Simón Bolívar y ha obtenido reconocimientos en novela y poesía, además de ser reconocido como asesor cultural en el país. Los dos son plumas fascinadas por la poesía y una mezcla de la cultura costeña y la cachaca en la misma familia, dos personajes que al conversar evidencian la fascinación y su recorrido por las letras.
Este domingo 1 de mayo presentarán sus nuevos títulos durante la Feria del Libro de Bogotá 2016, en la Sala Jorge Isaac, a las 2 de la tarde, durante un conversatorio titulado “Los Díaz-Granados, dos generaciones de escritores”. José Luiz lanzará “Pablo Neruda, el rey midas de la poesía” y Federico lanzará: “El oficio de recordar”, una recopilación de ensayos, artículos y crónicas sobre el que dijo: “solo pretendo que este libro se parezca a una casa de múltiples ventanas cuyos puntos cardinales siempre apunten a un solo, definitivo y verdadero destino: la poesía”.


Autoprogramarse en línea

Los libros en línea también se venden. Edmundo Velasco lo demuestra con su obra de PNL.



Las ventas de libros en línea son tan solo del tres por ciento, pero son un mercado que sigue en crecimiento, y en la FILBo también tienen cabida. El doctor en neurolingüística Edmundo Velasco vuelve a Colombia después de un año y medio de ausencia junto con los doctores Rafael Zuliban y Claudia Ariza con un libro en línea en Programación Neurolingüistica para convertirnos en “la mejor versión de nosotros mismos”.

Al escuchar el término “programación” las personas del común pueden tener percepciones equívocas Edmundo Velasco recuerda que “la programación neurolingüística es un conjunto de poderosas técnicas para un fin: cambio permanente a corto plazo…por ejemplo con programación neurolingüística puedes trabajar una fobia de una persona en 10 minutos, un ataque de pánico, adicciones como alcoholismo, como drogas a veces en una o máximo dos sesiones”. 
El doctor, menciona que en nuestra educación temprana, la lingüística de nuestros padres y maestros y los elementos del entorno son capaces de generar programaciones inadecuadas en nuestro subconsciente, especialmente en la zona de la amígdala de nuestro cerebro. Frases como “el dinero es sucio”, “las matemáticas son difíciles” o “tú no puedes” pueden ser causantes de problemas serios en la vida adulta, problemas que van desde fallas en los negocios hasta formar comportamientos que puedan generar daños en la vida en sociedad.


sábado, 30 de abril de 2016

Un domingo con sabor a chocolate

Dentro de la franja ‘Libros para comer’, se cierra este espacio con la charla sobre chocolatería colombiana.



Al mediodía, en la Carpa VIP de Corferias, el chef y pastelero Hobany Velasco dará al público una charla sobre chocolate, dentro de la franja de ‘Libros para comer’, en compañía del escritor y periodista Enrique Patiño, y de la productora de cacao de Boyacá Rosa Padilla, líder de la empresa de chocolates finos de aroma ‘Color Chocolate’.

La charla girará en torno a la relación estrecha entre literatura y chocolate, pero también acerca de la manera en que este fruto tropical ha influido en nuestra cultura y en cómo Colombia se está convirtiendo en uno de los países capaces de producir chocolates finos de aroma de alta calidad, de una de las mejores variedades en el mundo. Velasco ha publicado obras sobre el tema.

La Premio Nobel de la Paz Jody Williams estará en la FILBo 2016

·         La Nobel vendrá a presentar su libro ‘La hippie que llegó a ser Nobel de la Paz’ y a hablar de perdón, reconciliación y conflicto. Conozca las cinco frases que mejor la definen.



Desde que ganó el Nobel de Paz en 1997, Jody Williams viaja por el mundo con la claridad de que solo la justicia puede dejar atrás los conflictos.

Esta mujer que habla con desfachatez, se considera una hippie, vive en el casi desconocido pueblo de Putney de tan solo 2.000 habitantes en el estado de Vermont (Estados Unidos) y suelta palabras soeces a destajo para expresar sus ideas, declaró en Guatemala, por ejemplo, hace dos semanas, que “la justicia nunca es un acto de venganza. Debe ser aplicada para que no se repitan las barbaries que se han cometido”.

Su posición a favor de la rectitud de la justicia y en contra de las minas antipersonales definen bien a esta mujer que lanzó en 1992 la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersona, en coordinación con seis ONG, una iniciativa que cobró una fuerza extraordinaria y terminó integrando a 1.300 organizaciones de 95 países hasta el punto de conseguir que en 1997 se firmara el Tratado de Ottawa, que prohíbe desde entonces el uso de las minas antipersonales. Colombia es el segundo país más afectado en el mundo por el tema, aún hoy, después de Afganistán.

Así ganó el Nobel ese mismo año y con todo su legado pacifista llega ahora a la FILBo 2016, en una visita más que oportuna, sobre todo en momentos en que las discusiones sobre el desminado forman parte de las negociaciones con la guerrilla, y los diálogos de paz con las Farc vislumbran la firma de un acuerdo definitivo.

Además, Jody Williams visita Colombia justo en el año en que el tema de la Paz será crucial durante las Conversaciones que le cambiarán la vida, que en este 2016 tendrá como nombre Fin


y principio: a propósito de la paz, título que nace a partir del poema de la Nobel polaca Wislawa Szymborska.

Jody Williams, precisamente, es una de las invitadas centrales de la FILBo, que este año irá del 19 de abril al 2 de mayo en Corferias. Su activismo, de hecho, comenzó durante la guerra de Vietnam y siguió en América Central durante los años ochenta, cuando se centró en hablar sobre los efectos de la política de Estados Unidos en la región y aprendió español fluidamente en Nicaragua.

En 2007 lideró una misión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para investigar los crímenes de guerra en Darfur. Luego, al frente de la organización Nobel Women's Initiative, de la que forma parte junto a otras ganadoras del premio de la Paz como Rigoberta Menchu, Wangari Maathai, Betty Williams, Mairead Maguir y Shirin Ebadi, ha venido trabajando para darles reconocimiento a las mujeres que luchan por cambiar el mundo en ámbitos como la justicia, la igualdad y la paz.

Actualmente sigue siendo parte de la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas (International Campaign to Ban Landmines) y es la décima mujer y tercera estadounidense en recibirlo en los casi cien años de historia del Premio Nobel. Además, es escritora y muy prolífica. Sus obras son numerosas, pero su libro más reciente que además estará en la Feria, es La hippie que llegó a ser Nobel de la Paz. A sus 65 años, llega a Colombia a hablar de paz y a sentar sus puntos de vista al respecto.

Cinco frases de Jody Williams

ü  “Está comprobado que los pueblos que no hacen justicia ni reconocen la memoria histórica, no sanan sus heridas. La gente que cree que simplemente se puede olvidar lo sucedido está equivocada porque esta es la mejor forma de seguir desunidos. Sobre todo en los crímenes: no se pueden dejar en el olvido y ya, sino que hay que reconocerlos y pagar el precio que cada sociedad defina qué es lo justo”.
ü  “Pienso que hay una mitología de que si quieres cambiar el mundo tienes que ser santo, como la Madre Teresa o Nelson Mandela o el arzobispo Desmond Tutu. La gente ordinaria con vidas que suben y bajan y dan vueltas en círculos pueden igual contribuir el cambio”.
ü   “Incluso los soldados de la Guerra de Vietnam han dicho que cuando peleaban en esa guerra, las minas eran una de muchas armas que usaban en la lucha. No fue sino hasta comenzaron a pensar sobre el legado que habían dejado las minas que reconocieron el impacto a largo plazo e indiscriminado de esta arma”.

ü  “Para mí, la diferencia entre una persona extraordinaria y una ordinaria no es el título que tenga, sino lo que hacen para convertir el mundo en un lugar mejor para todos nosotros”.
ü  “Creo que preocuparse por los problemas que plagan nuestro planeta sin tomar pasos para enfrentarlos es absolutamente irrelevante. Lo único que cambia el mundo es tomar acciones”.