viernes, 29 de abril de 2016

La era de la dictadura del lector

Por: Vanessa Juliao

La llegada del internet revolucionó múltiples sectores, incluyendo al editorial. Muchos son los escritores y editores que se han visto forzados a migrar al formato digital. Desinformados, sin experiencia y aferrados a la idea que el papel será irremplazable, algunos actores del mundo de las letras, aún tratan de adaptarse al cambio.




Por esta razón, la Cámara Colombiana del Libro, abrió un espacio dentro de la FILBo para resolver estas y otras dudas. Los ‘Foros del libro’, fueron destinados a actualizar a las editoriales sobre las oportunidades que ofrece la industria hoy en día.  

Hacer una aproximación para saber cómo los editores están vendiendo los nuevos modelos de negocio, es una de las principales preocupaciones de esta serie de eventos. En una conversación entre el mexicano Manuel Dávila, gerente global de negocios de Bajalibros, la tienda de eBooks más grande de Latinoamérica, Catalina Holguín, directora editorial de Manuvo Colombia y Jaime Hurtado, CEO de Hipertexto, se habló de cuáles son las estrategias de las editoriales en temas digitales.

Según el conversatorio, los escritores y editores deben tener claro que el mejor formato para promocionar sus publicaciones es el que pueden pagar y que a la vez vaya encaminado al público al que desean llegar: en muchas ocasiones, editores y escritores invierten millones de pesos, esperando un impacto inconmensurable pero lamentablemente se aferran a una estrategia incorrecta, que no genera la respuesta deseada al momento de comercializar sus productos.

En Latinoamérica, las condiciones están dadas para que crezca el consumo de libros electrónicos pagos. Solo en Argentina hay cerca de 33.000 dispositivos para lectura electrónica. “La industria está hoy vigorosa, está fuerte, está incomoda, está teniendo discusiones que no se tenían hace mucho tiempo. Hay un pánico terrible por declarar un ganador, el libro físico contra el libro electrónico, y esta discusión termina siendo el lastre que no permita que el barco se mueva”, así fue como Dávila describió dentro de la discusión la situación de las empresas literarias.

“Hay un nivel de sensibilización en el que hemos estado solos, en el que creo que no hemos sido considerados como parte del sector del libro, por buena parte de esos recelos”, el desconocimiento y los prejuicios de no entender las posibilidades que ofrece el libro digital hace que el interés disminuya. Lo ideal es abarcar todos los canales posibles para encontrar el formato ideal, para saber cómo llegar a otras personas y otros públicos. ¿Cómo llegar a esos lugares donde no llegan las librerías pero sí el internet?, se trata fundamentalmente de entender las plataformas para explorarlas en mayores proporciones.

Actualmente estamos en lo que Manuel Dávila llama ‘La dictadura de lector’, resulta imposible considerar la industria sin tener en cuenta lo que las personas están leyendo, porque son ellos los que deciden. “Nosotros ya no importamos más, los señores que editan libros no importan más, somos una especie no en peligro de extinción sino en proceso de suicido. El lector está determinando los caminos”.


El evento concluyó con la premisa de que el principal problema es que la industria está ignorando a toda la población lectora e ignora la forma en que sus canales de venta actúan, por eso la tarea es salir a mirar cómo funciona el mercado y que está pasando afuera, es ahí donde las editoriales digitales independientes se convierten en la principal ayuda para los que quieren explorar la venta de sus publicaciones. 

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