La holandesa Marije Tolman está en Colombia para
lanzar el libro ‘¡Chau!’, ilustrado por ella.
Marije Tolman habla a través de la experiencia:
lleva diez años ilustrando libros para niños. La razón por la que se dedicó a
ilustrar libros es clara:
“Desde que estaba en la universidad estudiando
diseño, siempre buscaba dar soluciones ilustradas a los problemas. Un semestre
me fui de intercambio a Escocia y conocí el mundo de la ilustración. Hablé con
la universidad y me quedé seis meses estudiando allá. Cuando volví, terminé mi
carrera de diseño y alcancé a trabajar casi tres años interrumpidos en ella.
Todos me decían que yo debía dedicarme a ilustrar. Y bueno, ya llevo diez años
en esto. Son entre treinta y cuarenta libros los que ya he publicado”.
Para Marije, la ilustración es un mundo que le
permite buscar entablar una conversación con los niños. “A los adultos se nos
olvida escuchar. Y a la hora de hablar, el adulto piensa mucho. Tiene claro que
lo que diga puede ser interpretado y usado de cualquier manera. El niño, en
cambio, es más espontáneo: puede hablar, pensar y sentir en un nivel más puro.
Es por eso que, para hablar con un niño, hay que tratar de hablar al mismo
nivel de él”.
En cuanto al proceso que sigue para ilustrar cada
libro, Marije es clara en decir que, si bien al principio estaba amarrada al
proceso habitual de seguir storybards y bosquejos, ahora es mucho más
libre para dibujar:
“Logro acercarme al nivel de los niños gracias a
que, a la hora de ilustrar, no pienso en nada. Me siento y pongo la música a un
volumen alto, trato de olvidarme de mí misma e imagino la que sería la última
ilustración para cada texto. Así voy avanzando hasta llegar al final. Uno nunca
sabe cómo va a terminar un libro. Debo dejar claro que el texto es algo
diferente. Yo lo leo completo. Pero trato de dejarme ir a la hora de ilustrar
una historia”.
Cada libro requiere de un tipo particular de
música. Por ejemplo, para ilustrar ¡Chau!, Marije deja claro que:
utilizó “música de Bach y de Schubert, además de David Bowie. Cuando quería
tener una atmósfera de vuelo fluido, escuchaba Bach. Y cuando buscaba escenas
vívidas agudas, ponía Rebel Rebel, De David Bowie.”
¡Chau! es la historia de los sueños de dos
hermanos: Marta y Bor. Ella sueña y cuenta sus sueños a la hora del desayuno.
Sueña, gracias a la compañía de sus peluches. Pero Bor no sueña nada… o eso
dice… Gracias a la intervención de Marta, Bor logra descubrir el mundo de los
sueños.
La posibilidad de acompañar el texto con imágenes
sencillas y llenas de colores hacen de este libro una lectura apropiada para
leer a la hora de dormir. O, más bien, una lectura apropiada para recordar que,
para soñar, solo necesitamos la compañía adecuada, y la posibilidad de dejarnos
llevar por nuestra imaginación.
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